Estamos acabando Agosto y , como en años anteriores, el Ayuntamiento ni siquiera ha aprobado las subvenciones para este año que corresponden a las Asociaciones del pueblo. Las buenas palabras , los contactos entre el gobierno municipal y las Asociaciones , las promesas de recoger los criterios de éstas para mejorar la Ordenanza reguladora para minimizar las arbitrariedades y priorizar los criterios objetivos...de momento no han servido para nada.
Es más, en la comprobación que todavía está realizando de la justificación del gasto correspondiente al año 2018 y que las Asociaciones entregamos en febrero, hemos comprobado que el Ayuntamiento aplica a rajatabla el criterio de la depuración de aquellos gastos que, de forma totalmente arbitraria, no considera "subvencionables".
Este asunto de la "depuración" fué precisamente el caballo de batalla de las reuniones ayuntamiento-asociaciones. Efectivamente, las asociaciones que participamos en esas reuniones considerábamos , de forma unánime, que esa "depuración" contamina todo el proceso del cálculo , desde la concesión hasta la justificación, de forma que aunque exista una ordenanza reguladora se sigue manteniendo un grado de arbitrariedad inaceptable y , por lo tanto, se mantiene la injusticia y la discriminación en este asunto.
Una cosa es que se pueda cribar excepcionalmente algún gasto que vea claramente contradictorio con la actividad de una Asociación y otra cosa muy distinta es que el Ayuntamiento diga a la Asociación en que puede gastar, y en que no, para desarrollar su actividad. Esto es en nuestra opinión rechazable, y mucho más aún si este gasto "no subvencionable" se nos comunica , como el año pasado, el último mes del año cuando el gasto ya se ha realizado.
De esta forma el ayuntamiento sigue manteniendo en la práctica esta medida arbitraria como eje de su política de subvenciones, tanto respecto a quien concede como cuanto concede , a pesar de que las Asociaciones le hemos pedido repetidamente que la modifique y que se atenga a los criterios más objetivos de la Ordenanza. Es por lo menos llamativo que mientras alguna Asociación ve la mitad de su presupuesto "depurado", es decir calificado como "no subvencionable", otros presupuestos son considerados "subvencionables" en su totalidad, sin dar argumentos para lo uno o para lo otro.
Además el Ayuntamiento plantea una irregularidad manifiesta, la de exigir sólo la justificación de haber gastado del 60 % del presupuesto subvencionable en vez del 100%, como una especie de "compensación" por la aplicación de la depuración arbitraria anteriormente comentada. Con ello se puede dar el caso, que se da, de que el ayuntamiento acabe financiando el 100% del total del gasto de alguna asociación, lo que supone el incumplimiento de su propia normativa.
Una irregularidad para tapar una arbitrariedad, o sea, dos errores que , además de poner todas las subvenciones de los últimos cinco años en peligro de anulación legal ante cualquier denuncia, dejan en papel mojado cualquier mejora que se plantee en el texto de la ordenanza. Y en mero postureo las buenas palabras y los contactos con las asociaciones para participar en la mejora de la ordenanza.
Además de esta problemática general hemos de decir que en el caso específico de Lezama Bizirik se aplica sistemáticamente la política del enemigo. Esto es, aquellas actividades de la asociación que el grupo de gobierno considera contraria a sus intereses, léase PGOU u otras, son sistemáticamente descartadas, incluidos los gastos jurídicos a los que nos hemos visto obligados por el recurso ante el Supremo interpuesto por ese mismo equipo de gobierno.
No nos coge de sorpresa pero es otro dato para comprobar el abismo existente entre lo que pregona este equipo de gobierno municipal y lo que efectivamente hace.